* Esta nota fue originalmente publicada el día 27 de agosto de 2006 en el diario Perfil
Muchos de los procesos evolutivos que los biólogos estudiamos ocurren a una escala temporal tan grande que no pueden ser observados de forma directa. Ernst Mayr (1904-2005), uno de nuestros colegas, dedicó 80 de sus 100 años de vida en intentarlo.
Pero su longevidad no es lo único destacable. Supo volverse un importante referente en ornitología, sistemática, biología evolutiva e historia y filosofía de la biología. Junto con el genetista Dobzhansky y el paleontólogo Gaylord Simpson, entre otros, fundaron las bases de la biología evolutiva moderna, unificando conceptos divulgados por Darwin con conocimientos mas recientes sobre genética y herencia. Estudió las causas del surgimiento de nuevas especies proponiendo modelos de estudio y respaldando la comunicación entre diferentes disciplinas para una mejor comprensión de los fenómenos.
Durante su madurez, cuando se descubrió la estructura del ADN y la biología molecular comenzó su camino a “vedette” entre las ciencias, Ernst se esforzó por prevenir sobre los posibles problemas de una visión reduccionista.
Por este motivo, en una época donde nos bombardean con noticias sobre el “gen de la infelicidad” o el “gen de la criminalidad” me pareció interesante rescatar la desconfianza de Mayr hacia explicaciones simplistas y la idea de que problemas complejos ameritan abordajes multidisciplinarios (y en esto la biología es solo un ejemplo).
Muchos de los procesos evolutivos que los biólogos estudiamos ocurren a una escala temporal tan grande que no pueden ser observados de forma directa. Ernst Mayr (1904-2005), uno de nuestros colegas, dedicó 80 de sus 100 años de vida en intentarlo.
Pero su longevidad no es lo único destacable. Supo volverse un importante referente en ornitología, sistemática, biología evolutiva e historia y filosofía de la biología. Junto con el genetista Dobzhansky y el paleontólogo Gaylord Simpson, entre otros, fundaron las bases de la biología evolutiva moderna, unificando conceptos divulgados por Darwin con conocimientos mas recientes sobre genética y herencia. Estudió las causas del surgimiento de nuevas especies proponiendo modelos de estudio y respaldando la comunicación entre diferentes disciplinas para una mejor comprensión de los fenómenos.
Durante su madurez, cuando se descubrió la estructura del ADN y la biología molecular comenzó su camino a “vedette” entre las ciencias, Ernst se esforzó por prevenir sobre los posibles problemas de una visión reduccionista.
Por este motivo, en una época donde nos bombardean con noticias sobre el “gen de la infelicidad” o el “gen de la criminalidad” me pareció interesante rescatar la desconfianza de Mayr hacia explicaciones simplistas y la idea de que problemas complejos ameritan abordajes multidisciplinarios (y en esto la biología es solo un ejemplo).
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