viernes, 27 de junio de 2008

Fenotipo extendido

"Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa" (Provervio chino)

Siempre me gustaron las arañas. Ellas que son mas arañas cuando están en su tela. Nacida de su cuerpo mismo, la tela de la araña amplifica la existencia de su creadora y repercute en el mundo. Mas que tejer una red la pare. ¿Que sería de la imágen de la araña sin su tela? (La primera consecuencia que se me ocurre es la degradación del alter ego de Peter Parker a solo un ninja con traje esponsoreado por el Tio Sam. La segunda es un mundo un tanto mas pobre y menos complejo.)
Como sea la tela es una proyección de la araña y por lo tanto podemos pensar que es parte de su fenotipo, en el sentido extendido (sensu Dawkins). Me contaron que una de las bases del fenotipo son los genes. Los genes hacen a la araña que hace a la tela...los genes hacen a la tela... ¿los genes hacen a la tela o a la araña? Además, la imagen que tengo en mi mente es de las telas como se ven bien temprano a la mañana por los campos. Esas telitas rabiando brillo llenas de rocío. Y para la iridiscencia del rocío seguro no hay genes.
Entonces, como verán, con los genes solos no hacemos nada. Necesitamos ambiente. La idea es que a partir de hoy, como la araña, mi fenotipo se extiende un poco más y gana unos hilos que buscan indistintamente romperse en presas o cubrirse de rocío: este lugar. Un ambiente. Una página que a pesar de ser unos estados electromagnéticos conservados en un ignoto server en Tokio (por decir un lugar que imagino plagado de servers) será, espero, algo palpable, real, catalizador de ideas y reproches por igual. Que se cubra de insectos muertos y de rocío.

Extiendo entonces, mi conducta, mis genes y mi formación para aquellos que, como vos, lleguen acá. A priori desconozco sus motivaciones pero puedo aclararles la mía. Como biólogo de la Universidad de Buenos Aires, obviando mecanismos y burocracia estatal, los libros y los maestros me fueron ofrecidos por el esfuerzo de mis padres y por la política de educación pública y gratuita de mi país. Hoy investigo, enseño y sin embargo creo que todavía no empecé a devolver a mis compatriotas (este concepto también en el sentido extendido) lo que ellos me dieron. Sea este un intento burdo y algo limitado pero sincero.

Este espacio no tiene por finalidad la enseñanza académica de lo que aprendí de biología evolutiva. Pero convencido de que la ciencia debe ser popular y con conciencia nacional, quiero difundir ideas, pensamientos críticos en la medida de mis posibilidades. Quiero plantear preguntas y manifestarme si veo lo que de mi punto de vista es una manipulación de ideas biológicas. El cuestionamiento, el consenso, la comprobación empírica son valores muy positivos en las disciplinas científicas pero su ejercicio por parte del pueblo es temido por los que se benefician del silencio y la ignorancia. Vivimos tiempos complicados: aunque ya no tenemos las desapariciones sistemáticas de cuando yo nacía, hoy nos desaparecemos voluntariamente detrás de concursos de bailes, conductores gritones y por lo entretenido que es regar solo aquellos árboles que nos permiten darle la espalda al bosque. Y la ciencia, y la biología en particular, tiene ideas muy peligrosas si se malinterpretan o manipulan...en eso muchachos, tenemos que estar todos avispados. Este es el siglo en que veremos surgir desde la Biología muchos problemas, planteamientos y desarrollos que van a tener si o si consecuencias sociales, filosóficas y políticas. No conviene dejar de leer, cambiar de canal, perder la mirada. Porque entonces ganan los que entienden (y siempre entendieron) las cosas pero para si mismos. Vean si no como los Estados Unidos estupidiza a sus jovenes confundiendo ciencia con religión y prohibiendo la enseñanza de la Evolución solo para abonar las generaciones futuras con oscurantismos medievales. A Homero Simpson le da lo mismo pero de esa Springfield no saldrán nunca ni poetas, ni guerreros, ni intelectuales, ni San Martínes, ni Evitas. Asi que, señoras y señores, a pensar. Así de brava puede ser la cosa. Si el conocimiento es poder imaginen el poder de saber generar conocimiento. Ese saber, no me cabe duda, debe ser popular.

Por otro lado, hoy extiendo trazos para inaugurar un espacio. Algunos amigos no biólogos sospecharán que no hablo de otra cosa que de ejercitar algo de la Trascendencia. ¿Y por que no? Ojalá que no seas biólogo y te surjan ganas de preguntar pero también de corregirme o completarme. Debo advertirte, Oh! lector incauto, que una década de formación me dejó incapaz de hacer algunos movimientos mentales para comprender mejor a otros humanos. Quizas ya lo hayas notado en mi prosa castigada por anglicismos. Les juro que Nachito en la primaria y secundaria era la luz de los ojos de las profesoras de Lengua. Ahora soy viva advertencia de los estragos de la (de)formación profesional. Pero les pido no se impacienten y me ayuden. Siempre que pude interaccionar con cultores de otros vicios y disciplinas los resultados fueron de lo más fructíferos e interesantes.

Seguro habrá notas con tintes algo más impersonales. Sirva entonces todo lo dicho para sospechar al sujeto detrás de tanto discurso objetivo asi yo tampoco les vendo un cuento. Hablemos de biología, pero la que maman en Discovery nuestros chicos o les explica a nuestras madres (via premiados infogramas) el "gran diario argentino". No denuncio ningún complot mas o menos consciente del que se produce todos los dias cuando se establece que argentino puede acceder a que cosas y cual no. Pero mientras voy a buscar una bolsa para los gatos y otra para las liebres, ustedes junten recortes que los diarios van a publicar fenómenos de circo para no tener que explicar que es la soja. Ensayemos sospechar, reflexionar y discutir. Descubramos juntos que se filtra y que se omite cuando se le cuenta a la gente que es la ciencia y en particular la biología. Entonces hablemos de ciencia y también de política porque ambos ámbitos no se ignoran ni son independientes.

La tela esta servida.

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