Puede pasar que caminando por la calle, el dia menos pensado nos interceptan para preguntarnos que opinamos sobre tal o cual preocupación de los medios en ese dia particular y terminemos ilustrando unos segundos del noticiero de esa misma noche. Siempre con la sensación de que nos vemos horrendos o sin acostumbrarnos nunca a nuestro tono de voz cuando los escuchamos grabado y no desde los ecos de nuestra cabeza.
Científicos e investigadores son frecuentemente buscados por los mismos periodistas pero directamente en sus lugares de trabajo e interpelados sobre los mas variopintos temas. Lo distinto de esta situación es que se los consulta como autoridades y por lo tanto nuestra opinión tiene otro cariz. A veces de temas que manejas, y muy frecuentemente no. Sabiendo esto está en cada uno lo que dirá, opinará o rehusará contar en cada situación. Finalmente, y suponiendo que se obtuvo una información y opinión válida del tema, está la tiranía de la síntesis y búsqueda de impacto de las redacciones periodísticas que pueden terminar poniendo en boca de los consultados las ideas exactamente opuestas.
No digo que lo que muestro a continuación sea exactamente el caso pero seguro sirve para ver lo que se dice, lo que se pierde y lo que llega. Primero lo que escribí para el diario Perfil que me consultó sobre un movimiento sobre derechos de los simios que estaría cobrando fuerza en España ( las preguntas fueron enviadas por la redacción) y luego la nota tal cual fue publicada.
a) El correo electrónico
Primero quiero decirte que siempre son bienvenidas noticias que propongan reflexiones sobre la ética, la forma en que los humanos se relacionan con el resto de la naturaleza y los límites que debemos imponernos (o no).
¿Cuáles deberían ser los límites –si los hay– en la investigación biomédica con animales?
Esa es una pregunta realmente difícil de contestar. Por un lado, involucra determinar cual es la relación de uno con el animal objeto de manipulación y esa es una postura filosófica. Una postura donde los seres vivos “no humanos” son considerados mas como objetos que como seres sensibles va a afirmar que no hay límite teórico para experimentar con animales en pos del beneficio humano. Evidentemente se puede objetar contra este tipo de accionar, tal cual lo hacen los grupos de protección de los animales.
Por otro lado, el accionar científico no es algo independiente de la sociedad en donde se produce. Por lo tanto es la ética y la moral de nuestra cultura la que determinará los límites. Y si dudamos al respecto es porque no es un tema plenamente debatido. En la medida que esta pregunta se la hagan a biólogos (en la UBA, en ningún momento de nuestra formación se incluye Ética) y médicos exclusivamente y no se llame a gente formada en filosofía y ética no vamos a conseguir una respuesta acabada.
España estaría por aprobar una legislación que prohíbe cualquier tipo de investigación con homínidos, ¿qué contras tendría para la ciencia la imposición de esta limitación?
Así planteado los únicos afectados son los grupos españoles de investigaciones biomédicas con modelos homínidos y desconozco pero me atrevo a decir que no deben ser más que un par. Si esta medida termina siendo por toda la comunidad científica internacional entonces se deberá recurrir a métodos más indirectos, modelados teóricos o modelos biológicos más lejanamente emparentados de los humanos. Entiendo por ejemplo que el macaco Rhesus (Macaca mulatta) es un mono que queda afuera de esta discusión y es muy utilizado en los laboratorios.
Los movimientos que proponen que los simios deben gozar de los mismos derechos y garantías legales que los humanos, hablan de "especieísmo", en lugar de racismo, en tanto la investigación científica que experimenta con animales partiría del prejuicio de considerar como inferior a cualquier otra especie. ¿Tiene sentido el concepto? ¿Está de acuerdo?
Ambas posturas son falaces y antropocéntricas y solo discuten donde trazar la línea de “humanidad” y que queda excluido. No me parece que para proteger especies debamos “humanizarlas”. En vez de enumerar todos los aspectos que compartimos con los otros grandes simios deberíamos apreciar y proteger las diferencias. Y si las diferencias reside la riqueza de la biodiversidad entonces no debemos discutir sobre grandes simios sino sobre nuestro trato a todo el conjunto de seres vivos.
Una de las primeras lecciones del estudiante de Evolución es que no hay seres inferiores o superiores. Todos los organismos vivos en la actualidad descienden de un antepasado común y por lo tanto pertenecen a grupos que vienen evolucionando desde entonces, en ese sentido son igual de exitosos. Por otro lado, las adaptaciones no aseguran la perpetuación eterna y por eso la probabilidad de extinción siempre existe para todas las especies. En eso tampoco hay organismos superiores o inferiores. Y si bien hay seres más o menos complejos esto tampoco es una cualidad que se refleje en una superioridad intrínseca. Desde la biología evolutiva no hay un criterio para determinar en que sentido una gacela es “mejor” que su flora intestinal o el pasto que come.
b) La nota en el diario
Científicos e investigadores son frecuentemente buscados por los mismos periodistas pero directamente en sus lugares de trabajo e interpelados sobre los mas variopintos temas. Lo distinto de esta situación es que se los consulta como autoridades y por lo tanto nuestra opinión tiene otro cariz. A veces de temas que manejas, y muy frecuentemente no. Sabiendo esto está en cada uno lo que dirá, opinará o rehusará contar en cada situación. Finalmente, y suponiendo que se obtuvo una información y opinión válida del tema, está la tiranía de la síntesis y búsqueda de impacto de las redacciones periodísticas que pueden terminar poniendo en boca de los consultados las ideas exactamente opuestas.
No digo que lo que muestro a continuación sea exactamente el caso pero seguro sirve para ver lo que se dice, lo que se pierde y lo que llega. Primero lo que escribí para el diario Perfil que me consultó sobre un movimiento sobre derechos de los simios que estaría cobrando fuerza en España ( las preguntas fueron enviadas por la redacción) y luego la nota tal cual fue publicada.
a) El correo electrónico
Primero quiero decirte que siempre son bienvenidas noticias que propongan reflexiones sobre la ética, la forma en que los humanos se relacionan con el resto de la naturaleza y los límites que debemos imponernos (o no).
¿Cuáles deberían ser los límites –si los hay– en la investigación biomédica con animales?
Esa es una pregunta realmente difícil de contestar. Por un lado, involucra determinar cual es la relación de uno con el animal objeto de manipulación y esa es una postura filosófica. Una postura donde los seres vivos “no humanos” son considerados mas como objetos que como seres sensibles va a afirmar que no hay límite teórico para experimentar con animales en pos del beneficio humano. Evidentemente se puede objetar contra este tipo de accionar, tal cual lo hacen los grupos de protección de los animales.
Por otro lado, el accionar científico no es algo independiente de la sociedad en donde se produce. Por lo tanto es la ética y la moral de nuestra cultura la que determinará los límites. Y si dudamos al respecto es porque no es un tema plenamente debatido. En la medida que esta pregunta se la hagan a biólogos (en la UBA, en ningún momento de nuestra formación se incluye Ética) y médicos exclusivamente y no se llame a gente formada en filosofía y ética no vamos a conseguir una respuesta acabada.
España estaría por aprobar una legislación que prohíbe cualquier tipo de investigación con homínidos, ¿qué contras tendría para la ciencia la imposición de esta limitación?
Así planteado los únicos afectados son los grupos españoles de investigaciones biomédicas con modelos homínidos y desconozco pero me atrevo a decir que no deben ser más que un par. Si esta medida termina siendo por toda la comunidad científica internacional entonces se deberá recurrir a métodos más indirectos, modelados teóricos o modelos biológicos más lejanamente emparentados de los humanos. Entiendo por ejemplo que el macaco Rhesus (Macaca mulatta) es un mono que queda afuera de esta discusión y es muy utilizado en los laboratorios.
Los movimientos que proponen que los simios deben gozar de los mismos derechos y garantías legales que los humanos, hablan de "especieísmo", en lugar de racismo, en tanto la investigación científica que experimenta con animales partiría del prejuicio de considerar como inferior a cualquier otra especie. ¿Tiene sentido el concepto? ¿Está de acuerdo?
Ambas posturas son falaces y antropocéntricas y solo discuten donde trazar la línea de “humanidad” y que queda excluido. No me parece que para proteger especies debamos “humanizarlas”. En vez de enumerar todos los aspectos que compartimos con los otros grandes simios deberíamos apreciar y proteger las diferencias. Y si las diferencias reside la riqueza de la biodiversidad entonces no debemos discutir sobre grandes simios sino sobre nuestro trato a todo el conjunto de seres vivos.
Una de las primeras lecciones del estudiante de Evolución es que no hay seres inferiores o superiores. Todos los organismos vivos en la actualidad descienden de un antepasado común y por lo tanto pertenecen a grupos que vienen evolucionando desde entonces, en ese sentido son igual de exitosos. Por otro lado, las adaptaciones no aseguran la perpetuación eterna y por eso la probabilidad de extinción siempre existe para todas las especies. En eso tampoco hay organismos superiores o inferiores. Y si bien hay seres más o menos complejos esto tampoco es una cualidad que se refleje en una superioridad intrínseca. Desde la biología evolutiva no hay un criterio para determinar en que sentido una gacela es “mejor” que su flora intestinal o el pasto que come.
b) La nota en el diario
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0290/articulo.php?art=9404&ed=0290#sigue
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